Llegamos a mediados de marzo, comenzaron las clases, retomamos las tareas cotidianas en el trabajo. Otra vez empieza el ciclo de preocupaciones, apuros y las horas cronometradas que exigen los tiempos modernos. Y sí, ahora empezamos a extrañar la pileta. El calor todavía no se fue del todo pero sabemos, en el fondo, que mucho no tardará en irse. Y a contar los días hasta diciembre.
Una buena noticia: ya no vas a tener que esperar tanto. Estuvimos investigando un poquito y consultando con nuestros pileteros favoritos y armamos esta pequeña guía de métodos para climatizar tu piscina que seguro te van a venir al pelo.
Los cerramientos telescópicos son ideales no solo para mantener la temperatura del agua sino también para poder utilizarla los días de mal tiempo. Actúan por efecto invernadero conservando el calor en el ambiente. En verano tienen la ventaja de que pueden abrirse.
Las mantas térmicas son un sistema simple, práctico y económico. Una manta térmica es como un cubrepiletas fabricado a base de polietileno resistente a los rayos ultravioletas. Evita la evaporación y anula la pérdida de calor. Otra de sus ventajas principales es que mantiene limpia el agua impidiendo que las hojas y la suciedad se cuelen. Y si lo complementás con colectores solares o calderas, las mantas por sus propiedades isotérmicas evitan que se pierda el calor.
También podemos encontrar en el mercado toda una línea de calderas a gas o eléctricas que tienen la ventaja de calentar en muy poco tiempo el agua pero que sin embargo ocupan bastante espacio físico y representan un gasto de consumo en luz o gas continuo.
El calentador eléctrico es un aparato que se coloca en el circuito de filtrado y funcionan en conjunto. No son muy costosos y podés encontrar buenas ofertas en el mercado pero tienen la desventaja de que consumen demasiada energía y con el tiempo pueden hacerte subir y mucho la cuenta de electricidad.
El sistema de climatización solar es quizás la mejor recomendación que podemos darte. Es ecológico porque utiliza la energía solar que además es gratuita. El agua de la pileta es bombeada hasta los colectores que la calientan y la devuelven a la piscina. La instalación es un poco costosa pero lo cierto es que más que un gasto representa una inversión porque a futuro no vas a tener gastos extra (como con las calderas). Una vez instalado, te olvidás de hacer cuentas.
Ya conocés todas las posibilidades. Ahora solo tenés que contactar con tu piletero favorito y prepararte para nadar también en invierno.
