En el mundo de las piletas el método de la cloración salina es una tendencia que se afirma cada vez más. La principal ventaja de este sistema es que no afecta la salud de los bañistas y evita la utilización de otros productos químicos que sí lo hacen. Sin embargo, hay quienes aun se cuestionan si las ventajas del procedimiento justifican el alto costo de la inversión. En Piletas.com.ar te explicamos cómo funciona este sistema.
Se trata de un procedimiento de tratamiento a partir de cloruro de sodio (sal) añadido al agua. La sal necesaria para su funcionamiento se añade una sola vez a la piscina, en una concentración de 4-6 g/l. Éste agua salada se hace pasar varias veces por el filtro a través de un dispositivo con electrodos polarizados eléctricamente que permiten que se produzca la electrólisis del agua salada.
Como producto de este proceso obtenemos sodio y cloro gas. De esta manera, la mayor parte del cloro se pierde en la atmósfera y la pequeña parte restante se recombina con el agua para producir hipoclorito de sodio (cloro líquido) que sirve de bactericida y oxidante.
Las principales ventajas del sistema de cloración salina son:
- No irrita los ojos
- No reseca la piel
- Mantiene siempre el nivel adecuado de PH
- Ofrece una sensación suave en la piel y un sabor salado agradable al agua
- Favorece el bronceado de la piel
- Es ecológico: no requiere almacenamiento, minipulación ni dosificación de compuestos químicos
- Es económico a largo plazo porque supone el 100% de ahorro en la compra de otros productos químicos
Costo y mantenimiento
El precio del dispositivo para cloración salina varía de acuerdo a las marcas comerciales. Podemos decir que oscila entre los $ 8.000 y $ 12.000. Para asegurar el correcto funcionamiento del equipo solo hace falta limpiar los electrodos y cambiar el equipo cada dos años si se superan las cuatro horas de uso diario.