La cloración salina es el método mediante el cual por medio de la electrolisis de la Sal se produce cloro natural. Es muy simple. Se coloca sal gruesa común de tipo industrial en la pileta de natación. Se instala el Innowter (clorador Salino) en el circuito de filtrado.
Ventajas del producto
- Evita la engorrosa tarea del agregado de cloro líquido o sólido en forma diaria.
- Solo se debe agregar sal la primera vez y en forma proporcional, cuando el nivel de agua dismúya por algún motivo o que el innowater lo solicite en forma automática.
- No afecta los ojos ni la mucosa, debido a que el AGUA posee una mínima concentración de sal (menos que una lágrima) y una mínima concentración de cloro; la justa y necesaria para purificar el agua.
- El sistema genera cloro puro en forma gaseosa (Cl2) cuyo poder desinfectante es muy superior al de los hipocloritos comerciales.
- Este cloro se disuelve completamente en el agua a un ritmo preciso sin añadir derivados ni conservantes.
- La alta concentración de cloro existente en la célula destruye contaminantes que no pueden ser eliminados con la adición de hipoclorito comercial como las cloraminas y los residuos orgánicos provenientes de lociones corporales.
- Un segundo efecto desinfectante es proporcionado por el fuerte campo eléctrico existente en la célula.
- El resultado es un doble y más potente proceso de desinfección.
- Es un sistema muy utilizado en Europa y Australia.
Es económico
El sistema permite un ahorro del 80% en mantenimiento y del 100% en la compra de productos químicos que no son necesarios. Economiza tiempo y personal para el mantenimiento.
Una vez amortizado el equipo, el coste de producción supone solo el 10% del coste de un sistema de cloración convencional. La instalación, incluso en grandes piscinas, es muy sencilla y no requiere obra civil.
Es ecológico
El cloro es generado mediante un proceso renovable al final del cual vuelve a su estado inicial en forma de sal. No se añaden especies químicas externas al agua a tratar, ni se utilizan conservantes.
La producción local de cloro evita las emisiones de CO2 y el consumo energético generado por su transporte.
